Doña Lucia Fernández, mujer sencilla, pletórica de altruismo; desde muy joven se distinguió por su espíritu generoso que la llevo a lograr grandes obras de caridad, entre ellas su querida ciudad de los niños. Su vida y sus logros la llevaron a ser reconocida y vivió siempre en proyección y amor para sus semejantes. Es por eso que Don Remigio decidió plasmar su historia en una botella, un vino amable y de gran calidad como la vida de ella.